

“Mi familia cree en el deporte como parte fundamental del desarrollo de un niño y por eso me impulsaron por ese camino”
La primera vez que Nicolás Pino se subió al comando de un auto tenía ocho años. Aunque como a muchos niños le gustaba jugar con autos, conducirlos no era algo que le llamara la atención, pero sí lo cautivó desde ese primer giro fortuito en un karting a la salida de un mall, hasta donde tuvo que acompañar a su papá a comprar algunas cosas para un asado familiar.

“En el fútbol yo era malo, soy muy chico para el básquetbol y para el tenis soy medio chueco. Pero en el automovilismo enganché”.
Hoy tiene 17 años y una intensa carrera como piloto, con experiencia en competencias como la FIA Karting Academy Trophy y el World Series Karting, dos de los torneos más importantes del mundo y ruta obligada para quienes aspiran a convertirse en pilotos de élite.
Desde los 14 años vive en Europa, primero en Inglaterra y ahora en España, con la idea de estar con los mejores y prepararse para seguir ascendiendo. En 2020 se incorporó a la exigente Fórmula 4 británica, antesala a dos de sus grandes sueños: la Fórmula 1 y la Fórmula E.

“Mi familia no tenía nada que ver con el mundo de los autos, no teníamos ningún background. Creo que vieron que podía tener algún potencial porque cuando me compraron mi primer karting realmente me obsesioné”.
“Mi familia no tenía nada que ver con el mundo de los autos, no teníamos ningún background. Creo que vieron que podía tener algún potencial porque cuando me compraron mi primer karting realmente me obsesioné”, cuenta.
Cuando su carrera todavía no despegaba, vio un documental del fallecido piloto Ayrton Senna, considerado uno de los mejores de todos los tiempos. Senna usaba el 77 en el karting. “Yo quiero ser el 78”, confiesa Nicolás.
Su papá, el empresario Manuel Pino, se dio cuenta de que esto era más que una afición apenas unos días antes de que le tocara viajar a una competencia, cuando Nicolás tuvo un accidente que pudo haber cambiado el rumbo de su vida.
Lo llevaron al hospital y cuando notaron que no podía aplaudir en el aire le hicieron una radiografía que arrojó una fractura de clavícula: “Yo estaba en shock porque el choque fue muy fuerte, tenía las manos quemadas, pero al escuchar qué era lo que me había pasado y pensar en la competencia me desesperé tanto que logré aplaudir para tratar de demostrar que estaba bien. Ahí fue que mi familia se dio cuenta de que esto iba en serio y de que en realidad quería dedicarme a esto, porque nadie con una fractura en la clavícula se comporta así”.
Así empezó a tomar forma un proyecto familiar que no ha estado libre de obstáculos. Además de talento, el automovilismo requiere mucho dinero. Su papá es fundador de Imagine Lab, una empresa que se dedica a promover el emprendimiento, y desde siempre ha tenido un rol clave en buscar el financiamiento para que Nicolás pueda entrenar, viajar y competir.

“Mi papá siempre me animó a encontrar ese deporte que me hiciera feliz y que complementara mi formación”
“Por suerte, mi familia cree en el deporte como parte fundamental del desarrollo de un niño y por eso me impulsaron por ese camino. Mi papá siempre me animó a encontrar ese deporte que me hiciera feliz y que complementara mi formación, pero la verdad es que en el fútbol yo era malo, soy muy chico para el básquetbol y para el tenis soy medio chueco. Pero en el automovilismo enganché”, cuenta sobre sus habilidades y el rol de su entorno en su formación.
La faceta emprendedora
Nicolás tuvo que dejar el colegio y continuar sus estudios de manera autodidacta por falta de tiempo, una agenda copada entre entrenamientos y carreras y una vida en otro país. Da exámenes libres y dice que le va bien así: “Solo me organizo antes y estudio muy intensamente durante algunas semanas. También me ayudan mis compañeros de colegio porque sigo en contacto con ellos”.
En el ambiente donde se mueve su papá también está la semilla que lo está llevando a echar raíces en el emprendimiento y las finanzas del futuro.
“Siempre he estado vinculado a la tecnología y al mundo de las startups. Varios emprendedores se deben acordar de mí, porque cuando era más chico trataba de hackear las apps y el tema de las crypto lo conozco desde que tengo 10 años”, relata.
Fue así como llegó a un modelo de negocio que dio forma a CryptoSport, una plataforma basada en Blockchain y en los denominados smart contract, que busca potenciar y apoyar la carrera de deportistas. Ya tiene varios inversionistas, entre ellos Daniel Undurraga, fundador de Cornershop. Incluso ha tenido reuniones con empresarios de renombre en Estados Unidos, que espera se sumen al proyecto.
Aunque para esto trabaja con un equipo de aproximadamente diez personas, incluido su papá, todos los pitch de financiamiento los hace él mismo. A quienes lo han escuchado les cuesta creer que están en una reunión de negocios con un latino de 17 años.
“Esas reuniones también han sido una gran escuela para mí. Lo que intentamos hacer es ser lo más pragmáticos posible, casi sin filtro, para poder captar ese feedback de la mejor manera y ajustar lo que sea necesario. Al inicio partimos con una presentación muy buena para el estándar chileno, pero que la gente de Estados Unidos interpretaba como algo de 2017. Entonces poder ajustar mi proyecto a partir de las recomendaciones de empresarios y emprendedores de clase mundial es una lección invaluable”, señala.
Mientras sigue preparándose para cumplir su sueño de llegar a la Fórmula 1, Nicolás quiere ayudar a otros deportistas a que también cumplan los suyos, pero no han podido o tienen un camino muy difícil por delante, en un mundo tan restrictivo y dominado por los sponsors.

“Creamos CryptoSport, para lograr construir y consolidar el futuro de millones de deportistas por el mundo, a través de un innovador mecanismo para digitalizar sus activos contractuales, físicos y digitales”.
“Imagina que Ronaldo o Messi nunca hubiesen logrado convertirse en quienes son porque no consiguieron financiamiento. Por eso creamos CryptoSport, para lograr construir y consolidar el futuro de millones de deportistas por el mundo, a través de un innovador mecanismo para digitalizar sus activos contractuales, físicos y digitales”, cuenta sobre la plataforma que promete que cualquier persona pueda ser socio y acompañe el talento “de manera muy sencilla y a su alcance”. Partieron con fútbol, porque sus socios son expertos en ese rubro. Él, desde el mundo del motorsport, es “un activo más”.